Guido Carrión:
Funcionarios del gobierno de Daniel Noboa, justifican el reciente incremento en los precios de las gasolinas Extra y Eco País de 87 octanos, la de menor octanaje de la región; con el argumento que provincias fronterizas como Zamora Chinchipe, se benefician del contrabando de combustibles. Estas justificaciones han generado críticas, con estas afirmaciones, se evidencia un desconocimiento sobre el territorio y las fuentes de ingresos que nutren el erario nacional. Por una parte y por otra, no proponen mecanismos para frenar el contrabando por las fronteras, terrestres y marítimas.
Las acusaciones apuntan a que la riqueza se concentra en ciudades que se autodenominan capitales políticas y económicas de Ecuador, marginando a las provincias fronterizas y dejándolas desatendidas. Esto se refleja en el caso de Zamora Chinchipe, que consume más combustibles que provincias con mayor desarrollo y crecimiento industrial como Pichincha. Con el fin de justificar las órdenes del Fondo Monetario Internacional.
En marzo de 2012, Wilson Pástor, ministro de Recursos Naturales No Renovables, durante el gobierno de Rafael Correa, firmó el primer contrato de explotación minera a gran escala. Este contrato permitía la extracción a cielo abierto de cobre y otros minerales en los proyectos Mirador y Fruta del Norte, con una duración de 25 años renovables.
A lo largo de 12 años, la minería a gran escala, ha tenido consecuencias negativas para el medio ambiente y ha producido la migración forzada y el despojo de identidad de las comunidades indígenas shuar. Estas comunidades han sido desalojadas violentamente de su territorio y engañadas con dádivas y promesas de educación y salud que nunca se cumplen.
Además, el consumo de combustibles subsidiados por las mineras a gran escala, está afectando a provincias vecinas como Loja, que sufren la escasez de diésel hacia el final de cada mes. Este consumo se debe a que los proyectos mineros en Zamora Chinchipe requieren grandes cantidades de combustible y energía para movilizar los tráilers o camiones articulados que transportan el concentrado de minerales a los puertos marítimos de El Oro o Guayas para su exportación.
Asimismo, la destrucción acelerada de las vías interprovinciales por donde circulan las pesadas tractomulas y la congestión vehicular, es evidente; debido a que cuando fueron diseñadas y construidas, no se previó el uso actual, especialmente en los tramos Zamora Loja y Loja – Catamayo. Estas vías estrechas de dos carriles, requieren su urgente ampliación a cuatro carriles. Si bien han “anunciado” su concesión a una empresa privada para dicha ampliación en la vía Loja - Catamayo, con el cobro de peaje, durante 30 años, esto obligará a los habitantes de estas provincias fronterizas a pagar por su construcción. Injusta pretensión que contrasta con otras provincias que ya cuentan con autopistas financiadas con el presupuesto general del Estado, al que también aportamos los habitantes de Loja y Zamora Chinchipe.
